LAS SEDES
Son las instancias del CDMCH que se encargan de realizar en la práctica cotidiana los planes y las actividades aprobados por el Comité de Seguimiento, mediante su trabajo directo con las mujeres de las regiones Altos-Centro, Norte y Oriente. Cuando existan en el Centro la capacidad y los recursos materiales y de personal necesarios podrían abrirse sedes en otras regiones de Chiapas. Todas las actividades de las sedes tendrán que ser coordinadas por el Comité de Seguimiento a través de las responsables de cada sede y de la Coordinadora del Centro.
Una educadora (maestra o psicóloga), una abogada y dos promotoras-defensoras integran actualmente el personal de cada sede . En el marco de los acuerdos tomados por el Comité de Seguimiento, las decisiones locales, la planificación mensual, las formas de realización y la distribución cotidiana del trabajo son responsabilidades colectivas del personal de cada sede, buscando horizontalidad y colaboración en el funcionamiento de acuerdo a la especialización profesional de las integrantes. La responsable de cada sede es integrante del personal y miembro del Comité de Seguimiento. Su condición de socia de la AC, es una garantía para la adecuada aplicación del proyecto político del Centro en la región. A través de sus funciones y articulación con la Coordinadora, da sentido y coherencia al trabajo de la sede en relación al Centro en su Conjunto. Las responsables de sede se encargan de presentar los planes regionales de trabajo ante el Comité de Seguimiento, así como la evaluación de los logros alcanzados y las dificultades encontradas en su realización.
Tomando en cuenta el principio pedagógico de que la construcción de una cultura de DH sólo es posible mediante un proceso largo, persistente y continuado, el personal de cada sede, partiendo del plan general elaborado por el Comité de Seguimiento y, tomando en cuenta los tiempos y ritmos de vida de las mujeres en la región, diseña colectivamente su propuesta anual de trabajo que pone en práctica después de ser ajustada y aprobada en el Comité. Este plan regional de trabajo, de hecho, se va modificando de acuerdo a las necesidades, experiencias, recursos, características y cambios sucedidos en la región.
Cada sede cuenta con un local de trabajo que no podrá usarse con fines personales. En caso necesario el Comité de Seguimiento analizará la posibilidad de que las personas de nuevo ingreso puedan residir en las oficinas durante un mes como máximo.
Funciones de las sedes
- Promover, el proceso de ciudadanización y ciudadanización étnica (sensibilización, conocimiento, ejercicio y defensa de los DH) entre la población de las regiones de trabajo, especialmente entre las mujeres y las autoridades locales. Para ello el personal de cada sede analiza permanentemente la situación política regional, elabora y aplica colectivamente planes, programas y metodologías apropiados, busca asesorías, elabora los instrumentos (cartas descriptivas, memorias, cuestionarios) y materiales didácticos, hace las evaluaciones y los informes correspondientes.
- Construir una cultura de Derechos Humanos. El cumplimiento de este objetivo del Centro se va impulsando a través de la incidencia directa de las sedes en las comunidades, promoviendo el cambio en las conductas, costumbres y relaciones sociales desiguales, a través del ejercicio de los derechos. Así, las relaciones hacia el interior de las sedes y entre éstas y las mujeres de las comunidades se hacen en un plano de igualdad, rompiendo las simbolizaciones y prácticas jerárquicas, discriminatorias y autoritarias, así como promoviendo valores de igualdad social, económica y política. En el trato de las mujeres se evita el asistencialismo y se cuida de no sustituirlas en las decisiones a fin de fortalecer su autodeterminación.
- Sensibilizar a la población de la región sobre los derechos humanos desde la óptica de género, clase y etnia a través de actividades públicas amplias y atractivas.
- Propiciar el conocimiento, ejercicio y defensa de los derechos de las mujeres a través de actividades de formación (talleres, seminarios, foros, etc) para ellas, para los hombres y para las autoridades. De acuerdo a la consolidación del trabajo en las comunidades, cada año se irá ampliando la acción de las sedes, de acuerdo al ritmo que apruebe el Comité de Seguimiento.
- Acompañar emocional y jurídicamente los procesos de defensoría jurídica de las mujeres violentadas en sus derechos. Para ello se escucha a las mujeres, se les ayuda a distensionarse emocionalmente, se documentan los casos (registro en base de datos), se analizan las violaciones cometidas para trazar la ruta de atención o canalización a cada caso. Las mujeres violentadas, asumiendo ellas mismas su defensa, deciden, entre las propuestas que les sugiere el personal de la sede, las acciones a seguir, priorizando los acuerdos siempre que sean posibles. Para las gestiones y trámites judiciales se les proporciona acompañamiento profesional oportuno. Durante el proceso de defensa se propician en las mujeres el fortalecimiento de su autoestima y las transformaciones culturales (subjetivas, culturales y en las relaciones cotidianas) que se orienten hacia la construcción de una cultura de DH. El trabajo de defensoría cuenta paulatinamente con el apoyo de los colectivos populares de defensa para ubicar los casos, promover las denuncias y realizar gestiones con las autoridades locales, cuando es pertinente. Se elaborará un reglamento para la atención jurídica, de acuerdo a los principios de confidencialidad, justicia, respeto a los DH de las mujeres y de solidaridad feminista.
- Formar colectivos populares de defensa de los derechos de las mujeres en cada comunidad de trabajo; capacitar permanentemente a las mujeres que integran los colectivos; asesorar sus actividades e integrar con ellos una red regional de defensoras. Los colectivos tendrán como funciones realizar y apoyar actividades para la prevención de la violencia, visibilizar las violaciones a los DH, promover y gestionar ante las autoridades locales el reconocimiento y respeto a los DH, solidarizarse con las mujeres violentadas, reunir información sobre los casos de violencia en la comunidad, plantear estrategias de solución a través el diálogo y canalizar al Centro los casos que requieran atención especial. Los colectivos participan en las campañas de difusión y prevención de la violencia en forma coordinada con los de otras sedes y con apoyo logístico de la oficina central.
- Establecer en su región relaciones de apoyo y coordinación de actividades con otras asociaciones y organizaciones de la sociedad civil, de acuerdo a los objetivos del centro.
- Hacia su interior, cada sede se responsabilizará de la actualización permanente, teórica y práctica de su personal, especialmente de las promotoras adscritas a cada sede. Con esta finalidad se programa la asistencia a los cursos y seminarios especiales acordados por el Comité de Seguimiento y que imparte la Escuela de Formación del Centro.
- Administrar internamente los recursos mensuales asignados para el trabajo de cada sede de acuerdo al presupuesto aprobado en el Comité. Para recibir una nueva asignación de parte de la Administradora del Centro se deberán tener comprobados los gastos mensuales anteriores y cumplir los lineamientos específicos contemplados en el reglamento administrativo.